Transformación digital: una de las claves para el éxito de las pymes en el mercado actual
Llegas a tu trabajo, introduces datos en una tabla de Excel, la envías por email a otra persona que tiene que procesarla añadiendo fórmulas o gráficos, luego la sube a una carpeta compartida a la que tiene acceso todo el equipo… ¿Estás usando herramientas digitales?, SI. ¿Estás ‘haciendo transformación digital’? NO.
Aquí vemos un ejemplo claro de nuestro día a día, especialmente el de muchas de nuestras pymes, en las que pensamos que ‘usar tecnología’ es hacer ‘transformación digital’. Y no, no es sólo eso. Cuando hablamos de transformación digital hablamos de aprovechar la tecnología para optimizar los procesos de una empresa. La transformación digital supone un cambio de paradigma que obliga a toda la compañía a replantearse sus sistemas de trabajo.
La transformación digital consiste en ir un paso más allá. Consiste en hablar de procesos. El enfoque ha de centrarse en optimizar esos procesos. Por tanto, el primer paso es hacer un análisis de madurez digital de todos los que llevamos a cabo en nuestra empresa.
De este modo, la transformación digital tiene mucho que ver con la mejora de la eficiencia de los procesos para que esa eficiencia repercuta en nuestra productividad y por extensión en nuestro cliente, está muy centrada en aportar valor al cliente de muchas formas diferentes.
Tras el análisis, se deben marcar unos objetivos, alcanzables y realistas, y revisar el estado en el que se encuentra nuestra compañía: en qué situación se encuentran nuestros procesos y en qué puntos se puede aplicar tecnología para mejorarlos. En definitiva, perfilar iniciativas que nos puedan ayudar a alcanzar los objetivos marcados, esto es, para diseñar un plan de transformación digital de nuestra empresa.
Definidas las acciones a ejecutar, resulta imprescindible pasar a una fase de valoración, de estimación de lo que va a suponer desarrollarlas, teniendo siempre en cuenta los sistemas de información con los que contamos. No resulta factible comenzar una transformación digital desde cero. Siempre hay que tener en cuenta los recursos existentes y qué podemos aprovechar en esta nueva etapa.
Debemos ser conscientes de que la transformación digital es un ciclo continuo en el que se van abordando procesos de mejora unos sobre otros, y que implican un seguimiento periódico que tiene que ser medido. Resulta la única forma de saber si el plan de transformación digital se está aplicando con éxito o no.
Por último y lo más importante, conviene destacar que las personas son las que hacen posible que se produzca la verdadera transformación digital de una compañía. Hay que tenerlas en cuenta siempre para que el proceso tenga éxito. Solo con la tecnología no se obtendrá un resultado satisfactorio. Son las personas las que hacen que ‘gire la rueda’ de la digitalización. De nada sirve invertir en tecnología si no se forma a los usuarios y se les hace partícipes del cambio involucrándolos en las mejoras que supone dicha transformación. De hecho, el éxito de la implantación de cualquier plan de implantación de transformación digital va a residir en las personas que lo van a usar en su día a día
Resumiendo:
- Invertir en tecnología no implica necesariamente iniciar una transformación digital
- La transformación digital supone la revisión de todos los procesos de la compañía
- Se trata de un ciclo continuo y vivo en el tiempo
- Las personas son las que hacen posible que se produzca la verdadera transformación